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El ransomware se ha convertido en una de las amenazas digitales más comunes
y peligrosas. Afecta tanto a usuarios particulares como a empresas, provocando pérdida de datos y grandes costes.
En este artículo te explicamos qué es, cómo funciona, qué tipos existen y, sobre todo, cómo puedes protegerte.
¿Qué es el ransomware?
El ransomware es un tipo de software malicioso (o malware) que bloquea el acceso a archivos o sistemas con el objetivo de extorsionar a la víctima.
Este software malicioso (o malware) suele presentarse en forma de virus y puede actuar de distintas formas.
Quienes cometen el ataque exigen el pago de un rescate económico para devolver el acceso. Si no se paga, existe el riesgo de perder la información de forma permanente.
Este tipo de ciberataque puede llegar a través de:
Correos electrónicos fraudulentos (phishing).
Enlaces maliciosos.
Archivos infectados.
Robo de credenciales.
Ejemplos de ransomware
Para entender cómo funciona el ransomware, nada mejor que ver casos reales. Estos ejemplos te ayudarán a identificar las técnicas más comunes que usan los atacantes… y por qué es tan importante protegerse.
WannaCry (2017): Uno de los más conocidos. Este ransomware se expandió por todo el mundo en pocas horas, aprovechando una vulnerabilidad en Windows. Afectó a hospitales, empresas y organismos públicos. ¡Casi como una pandemia digital!
Locky: Se hizo famoso por llegar en correos con facturas falsas . Al abrir el archivo adjunto, el virus cifraba tus archivos y pedía un rescate en Bitcoin. Un clásico ejemplo de ingeniería social: el malware disfrazado de algo “normal”.
Ryuk: Diseñado para atacar a grandes empresas y hospitales. No solo cifra los datos, también los roba antes de bloquear el acceso. Su objetivo: presionar para que paguen rápido. Un ransomware más sofisticado y con objetivos muy concretos.
¿Cómo funciona un ataque de ransomware?
El proceso suele desarrollarse en tres fases:
Infección: el ransomware entra en tu sistema a través de un archivo adjunto, enlace o aprovechando una brecha de seguridad.
Encriptación: el malware bloquea tus archivos, como documentos, imágenes o bases de datos. Solo las personas responsables del ataque tienen la clave para desbloquearlos.
Extorsión: la parte atacante pide un pago a cambio de recuperar tus datos o desbloquear el sistema.
Tipos de ransomware
Existen distintos tipos de ransomware, cada uno con su propia forma de actuar:
Ransomware de cifrado: bloquea y cifra tus archivos. La única forma de recuperarlos es pagando el rescate.
Ransomware de bloqueo: bloquea completamente el acceso al dispositivo. Suele mostrar un mensaje falso de una autoridad oficial para presionar a la víctima a pagar.
Leakware: amenaza con publicar datos personales o confidenciales si no se paga el rescate.
Scareware: se presenta como un falso antivirus que alerta de problemas inexistentes y pide dinero para “solucionarlos”. Aunque es menos grave, también busca engañarte.
¿Cómo protegerse contra el ransomware?
Prevenir es la mejor defensa. Aquí tienes algunas acciones efectivas para protegerte del ransomware:
Haz copias de seguridad periódicas y guárdalas en un lugar seguro y desconectado de Internet.
Mantén el sistema operativo y todos los programas actualizados. Las actualizaciones corrigen fallos que podrían ser aprovechados por las personas atacantes.
Instala un buen antivirus y soluciones de seguridad confiables. Asegúrate de que estén siempre al día.
No abras correos ni enlaces sospechosos. Si el mensaje te parece raro o viene de una dirección desconocida, elimínalo directamente.
¿Qué hacer si sufres un ataque de ransomware?
Si has sido víctima de un ataque, actúa con rapidez:
Desconecta el dispositivo de la red para evitar que el ransomware se propague.
Consulta con algún equipo experto en ciberseguridad antes de tomar decisiones. Seguro que podrán ayudarte a recuperar archivos o eliminar el malware de forma segura.
Restaura desde una copia de seguridad, si tienes una reciente.
Importante: no se recomienda pagar el rescate. No hay garantía de que recuperes tus datos y estarías fomentando este tipo de ataques.
Conclusión
El ransomware es una amenaza real, pero con medidas sencillas puedes reducir mucho el riesgo de sufrirlo.
Tener copias de seguridad, mantener tu sistema actualizado y navegar con precaución son claves para proteger tus datos.
Y si te interesa seguir aprendiendo cómo mantener tu información y tu dinero a salvo en el mundo digital, te invitamos a explorar más contenidos prácticos en el blog de imagin.